Anualmente en todo el mundo se inscriben miles de nuevos alumnos en los diferentes institutos de educación que se encuentran tanto en Irlanda como en España. Ambos países poseen un sistema educativo de alto nivel por el cual se han convertido en dos atractivas opciones por sus universidades e institutos tecnológicos de prestigio internacional.
Los programas de licenciatura, postgrados, máster y doctorados en ambos países presentan algunos aspectos que difieren entre sí relacionados con el sistema de calificaciones y las cargas horarias principalmente. En este artículo explicaremos a detalle las características principales de cada uno de estos sistemas y de cómo funcionan las equivalencias entre ellos. Si eres una persona interesada en convalidar tus estudios que ya hayas finalizado o para continuar esta información te será muy útil.
¿Cómo es el sistema de calificación en Irlanda?
En Irlanda cuando un alumno ha superado la nota mínima de un 80% de la puntuación general de curso se le entrega un certificado de finalización con el cual puede continuar con el siguiente nivel de estudios.
Por ejemplo los puntajes en la etapa secundaria al momento de entregar los resultados se demuestran en los tipos de certificado que van numerados y asignados con letras. Las calificaciones se ordenan de la siguiente manera: A1-A2: 85-100%; B1 a B3: 70-84%; C1 a C3: 55-69%; D1 a D3: 40-54%; E: 25-39; F: 10-24; Sin calificación: 0-9%.
Los exámenes que se realizan al final de cada curso son determinantes para la puntuación estos incluyen matemáticas, ciencias e idiomas. La admisión en el tercer nivel de educación que se corresponde con el profesional depende de estos resultados dado que de esta manera se determina el puesto que ocupe y con ello si tiene el derecho de tener un mérito académico.
Los estudiantes extranjeros deben presentar documentación con calificación equivalente GCE. Para asegurarse un puesto dentro del sistema educativo irlandés uno de los requisitos es presentar documentación que acredite la finalización de al menos 6 cursos de los cuales cuatro son de carácter ordinario y dos de nivel avanzado.
El sistema de educación a nivel universitario se realiza de la siguiente manera: A: excelente, B: por encima del promedio; C: promedio; D: debajo del promedio y E: deficiente. Como mínimo un alumno debe aprobar con una calificación de D o E dependiendo del instituto al que se esté inscrito. Para considerarse que un curso no ha sido aprobado la nota final es de F.
En general los programas educativos en los tres niveles: primaria, secundaria y nivel profesional están pensados para que los alumnos aprendan no solo los conocimientos básicos sino también adquieran algunos otros relacionados con el nivel siguiente. Si bien es cierto que la educación es obligatoria hasta los 16 o 18 años de edad para entrar en el campo laboral el nivel mínimo de estudios debe ser hasta el segundo nivel.
Para aprobar los cursos los estudiantes deben ser capaces de aplicar el conocimiento, mediante exámenes elaborados y defensa de argumentos. Durante los cursos se pondrán a prueba sus habilidades de comprensión y resolución de problemas en entornos complejos o especializados en un área específica relacionados con su futuro laboral. Deberán aplicar diferentes metodologías y desarrollarán nuevas ideas.
Diferencias con el sistema Español
En ambos países se aplican métodos diferentes al momento de calificar a sus alumnos pero básicamente se debe aprobar los cursos con un porcentaje mínimo del 80% que garantiza el cumplimiento de todas las actividades, asistencia y manejo de los conocimientos impartidos durante el curso.
En España la calificación es numérica, la escala es del 0 al 10. Para aprobar se necesita tener una nota mínima de 5 puntos y una calificación excelente equivale al 10. En cambio en Irlanda la calificación es porcentual y en algunos institutos es asociada a una escala alfabética comenzando desde la letra F hasta la letra A que es la mayor nota. Desde el 0 al 100% la nota más baja aceptada para considerar que un alumno ha aprobado es del 40 o 59% hasta el 80% según el tipo de instituto al que se esté inscrito.
Los sistemas educativos de ambos países son descentralizados por lo cual cada estado autónomo a su vez que cada localidad mediante una junta o consejo son las encargadas de tomar todas las decisiones y administración de los institutos educativos. En el caso de España estos para estar legalmente funcionando deben inscribirse en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de siglas MECD y en el caso de Irlanda al Departamento de Educación y Habilidades.
Las escuelas, institutos de secundaria, universidades e institutos tecnológicos tienen una población estudiantil mixta. En ambos países también hay un fuerte influencia por parte de las congregaciones religiosaslas cuales no solo administran sino que también financian estos institutos.
Otro aspecto en común se relaciona con la asignación de los centros de estudio por alumno. Por lo general todas las escuelas aceptan en su nómina estudiantil a niños y adolescentes que vivan en la misma zona, esto se debe a que se considera que es un derecho facilitarles no sólo una educación gratuita sino que también sea accesible físicamente para que no tengan dificultades al trasladarse. Sin embargo, si existen las posibilidades económicas se pueden inscribir en cualquier centro educativo lo cual es más usual en las escuelas privadas.
Es importante mencionar que en estos países se hace especial atención al aprendizaje de idiomas. En España dependiendo de la zona educativa las clases pueden ser impartidas no solo en idioma español sino que también en los otros idiomas que se hablan en algunos de sus estados como lo son el catalán en la región de Cataluña, gallego en Galicia, valenciano en Valencia e inclusive en euskera en el País Vasco. En Irlanda no sólo se ha establecido el inglés como idioma oficial sino que aún hay una parte importante de la población que habla el irlandés.
En ambos países se incluye en el pensum de estudios asignaturas relacionadas con otros idiomas como el inglés, francés, castellano, alemán o italiano. Presentar certificados que acrediten haber cursado algunas de estos cursos y haber aprobado es en algunos casos un requisito que se solicita en algunas de las más prestigiosas universidades. En cuanto hayan cursos extracurriculares aprobados estos sumará más méritos para ser aceptado.
La guía vocacional que se imparte a los alumnos de ambos países es de gran ayuda ya que de esta forma los estudiantes van encausando su carrera académica hacia la profesión que hayan elegido al cursar asignaturas y cursos que les serán útiles al momento de llegar a la etapa de los estudios profesionales.
Lograr entrar a una universidad no es fácil y culminar los estudios con éxito tampoco pero cuando se siguen cada uno de los pasos necesarios para el cumplimiento de esta meta son mayores las posibilidades de lograr el objetivo fijado.
¿Cómo hacer la equivalencia de notas?
Cada país tiene su propia tabla de equivalencia de notas oficial que en algunos casos difiere en el tipo de numeración, letras o porcentajes utilizados. Cuando se realiza una solicitud uno de los pasos previos es investigar, analizar y realizar las equivalencias necesarias para que los estudios realizados en el extranjero tenga validez dentro del sistema educativo del país donde se realizará la continuidad o finalización de los estudios.
Desde el 21 de marzo de años existe una resolución aprobada por la Dirección General de las Política Universitaria en la que se ordena y actualizan las calificaciones entre Irlanda y España lo cual facilita el proceso. Sin embargo hay que recordar que en ambas naciones las instituciones educativas manejan sus propias normas al realizar las calificaciones de los cursos que ha su vez deben acoplarse con el sistema general de los consejos educativos de la nación.
Cuando se busca realizar las equivalencias de los estudios entre los países de Irlanda y España se debe acudir al Marco Nacional de Calificaciones, que depende del Departamento de Educación y Habilidades. Igualmente hay que seguir las indicaciones mostradas en la página web oficial del National Framework of Qualifications. Debido a la diferencia de los idiomas oficiales entre ambas naciones será necesario realizar traducciones del español al inglés y viceversa, estas traducciones deben ser juradas y acreditadas en Dublín
Al momento de estar preparando los trámites también se deberá actualizar otros documentos importantes para el proceso ya que serán solicitados para ratificar la identidad de la persona. Se debe tener un pasaporte vigente, méritos académicos y profesionales en formato de diplomas o certificados de finalización que muestran todas las firmas y sellos oficiales de la institución. Estos documentos deben coincidir en la carga académica y puntuaciones.
Los siguientes son algunos de los documentos que obligatoriamente deben ser presentados a la autoridad que realizará el proceso de equivalencias: Las actas de nacimiento o una credencial de identidad emitida por la entidad acreditada para hacerlo del país de origen. Todos los títulos, diplomas y certificaciones académicas son necesarios para corroborar la información, estos deben estar legalizados y apostillados por las autoridades competentes.
La equivalencia de notas debe ir acompañada de la escala de notas que se utilizará. En estos documentos se muestran las calificaciones originales de la escala española del 5 al 10 y su cálculo comparativo con el sistema de Irlanda desde el 59% al 100% que puede ser mostrado en una escala alfabética.
Una vez que la persona encargada de este proceso haya finalizado con todo el análisis de los documentos presentados se procederá a la emisión de la “Declaración de equivalencia de nota media” que será utilizada como parte de la solicitud en la institución educativa elegida o para convalidar los estudios para acceder legalmente al campo laboral del país. Antes de ser firmado y sellado este documento también será analizado por otras autoridades que darán fe de la intensidad del mismo. En general este es un proceso que puede llevar más de tres meses dependiendo de cada caso según la cantidad de documentos entregados y de la institución educativa a la que se busca ser parte.