Las células Madre se han convertido en una de las soluciones médicas más eficaces para el tratamiento de múltiples patologías que pueden ser de carácter inmune o sanguíneo.
El cuerpo humano está constituido por muchos tipos diferentes de células, las cuáles cumplen la función de reparar al organismo cuando lo necesite. Se caracterizan por poseer propiedades regenerativas que son aprovechadas por los médicos actuales con el fin de curar enfermedades que anteriormente eran muy difíciles de tratar.
Principalmente, hay dos tipos de células madres: 1) las embrionarias y 2) las llamadas adultas. Para recolectarlas, preferiblemente se toman durante el nacimiento, ya que este material biológico que se encuentra en el cordón umbilical y es compatible con el propio donante; así como con el resto de su familia.
Anteriormente, este tipo de material biológico era de desechado. Recientemente, diversos estudios han comprobado que las células madre que son recolectadas de esta manera, garantizan que a futuro el paciente se pueda tratar adecuadamente cualquier enfermedad o condición sin necesidad de recurrir algún tratamiento que ponga en riesgo su vida.
Las células madres son capaces de ayudar a regenerar cualquier tipo de tejido que se encuentre en el cuerpo humano. Ante una enfermedad, o algún accidente, ayudan a recuperar tejidos como los de la piel, músculo, hueso, cartílago y muchos otros más que constituyen el cuerpo humano.
Son especialmente importantes para tratar condiciones cardíacas, inmunes y daños en órganos como el cerebro. Se ha reportado que los pacientes con esclerosis múltiple se han beneficiado notoriamente al ser tratados con células madre.
¿Qué son las células madre y cuál es su origen?
Las células madre son aquellas que poseen la capacidad de generar nuevos tipos de células. El cuerpo humano está constituido a partir de estas células, las cuales tienen múltiples funciones. La preservación de las células madre de un paciente ayuda a garantizar que un futuro en un laboratorio. Ocurre que estas células pueden convertirse en células específicas, como las óseas, musculares, cerebrales o sanguíneas.
Naturalmente, el cuerpo humano está capacitado para generar nuevos tipos de células. Por ello, la aplicación de un tratamiento base de células madre representa una nueva oportunidad para los pacientes que padecen enfermedades graves.
Las células madre tienen diversos orígenes. Las más conocidas y estudiadas son las células madre embrionarias. Estas son las que son recolectadas a partir de embriones con una adaptación máxima de cinco días de vida llamados blastocisto. Estas células embrionarias se caracterizan por ser un total de 150 células aproximadamente.
Por otra parte, está las células madre pluripotentes. Se llaman así por su capacidad de dividirse en más células, así como por capacidad de convertirse en cualquier tipo de célula. Estas células madre deben de ser almacenadas con el fin de ayudar paciente a quién pertenecen debido a su compatibilidad y capacidad limitada de generar células corporales.
Asimismo, están las células madre adultas. Estas se encuentran en la médula ósea o en la grasa corporal. En comparación estas células embrionarias, además de encontrarse en pequeñas cantidades, su capacidad de generar una amplia y diversa cantidad de células corporales es más limitada. Cuando estas células son utilizadas se emplean con la finalidad de crear otras células similares. Pero en recientes investigaciones, se ha comprobado que tienen más usos, sobre todo para regenerar tejidos cardíaco y neuronal.
También, existen células madre adultas que han sido modificadas. Estas detentan las mismas propiedades de las células madre embrionarias. Son alteradas mediante diversas técnicas. Es así como los científicos logran transformar estas células al reprogramarlas genéticamente.
Estas modificaciones a nivel celular permiten que ellas puedan reprogramarse en otras células al actuar de forma similar. Esta técnica, de uso creciente, permite que pacientes que no poseen almacenadas sus propias células madre ―de origen embrionario ―puedan someterse a un tratamiento con células de este tipo; garantizando que su sistema inmunológico no las rechace.
Quizás, las células Madre menos conocidas son las de origen perinatal. Estas se encuentran en el líquido amniótico y en la sangre que se encuentra en el cordón umbilical. Según investigaciones, se ha podido comprobar que poseen la misma capacidad de las células embrionarias de poder convertirse en células especializadas. La amniocentesis es un procedimiento que consiste en realizar un análisis del líquido amniótico con el fin de poder detectar anomalías en el feto a una dentro del útero. Igualmente, funciona para obtener células madre perinatales.
¿Cuál es la importancia de las células Madre?
Diversas investigaciones comprueban que las células Madre son una muestra de material biológico que posee múltiples beneficios. Cuando se utilizan para tratar ciertas condiciones médicas, dan excelentes resultados. Dentro de ellas se encuentra toda la información relacionada con la persona a quien pertenece. Por ello, en los últimos años se ha hecho común que la gente tenga almacenada las células recogidas en los cordones umbilicales durante el parto. Estas células se consideran la forma ideal de recolectar y preservar las células madres con el fin de utilizarlas a futuro cuando se requieren.
Estudiar las células madre ha dado una mejor comprensión de cómo es el proceso con el cual las enfermedades surgen. Las afecciones que usualmente va desarrollando el ser humano con el paso del tiempo, en ocasiones, son el resultado de diversas mutaciones que ocurren dentro de las células del cuerpo. Investigadores y médicos observan los cambios y con ellos pueden estudiar posibles soluciones.
El tratamiento a base de células madre trata reemplazar las células enfermas por otras sanas, siendo estas últimas capaces de regenerar y reparar los tejidos en los que se alojaba la enfermedad o el daño fisiológico. El tratamiento a base de células madre ha sido denominado como medicina regenerativa.
Muchas enfermedades que se han vuelto comunes a nivel mundial― como la diabetes tipo 1, enfermedades cardíacas, cáncer, esclerosis lateral amiotrófica, lesiones de la médula espinalm así como enfermedades relacionadas con el cerebro y el corazón ―han encontrado una nueva forma de ser solucionadas con terapias de estas células.
Lo más innovador que se ha logrado con las células es poder crear tejido nuevo, con el fin de ser utilizado en trasplantes de órganos. Actualmente, los investigadores y médicos siguen investigando que otros usos pueden tener las células de este tipo.
Está claro que las aplicaciones son diversas. Por ello, es posible que se encuentren nuevos usos. Incluso, la creación de tejidos ha permitido probar nuevos medicamentos en ellos. Esto permite mayor eficacia y seguridad, dado a que hasta ahora las prácticas de los fármacos se han hecho con otros tipos de organismos vivos que no pueden asemejarse al ser humano.
¿Cómo se utilizan las células Madre?
Para que una muestra de células de este tipo pueda ser utilizada, se requiere que dichas células sean programadas con el fin de que tengan las propiedades específicas del tipo de célula en la cual serán utilizadas.
Lo anterior quiere decir que éstas son las bases, o la materia prima, de la cual se generan otros tipos de células que son más específicas y que se encargan de formar partes especificas del cuerpo, tales como los huesos y tejido muscular, además de los órganos. Se siguen estudiando técnicas para programar células con estos fines.
Una vez que una muestra de células madre ya ha sido modificada o manipulada para crear un tipo específico de células, entonces puede ser utilizadas en el paciente.
Cuando una enfermedad afecta los músculos cardíacos, entonces se procede a inyectar células sanas específicas para este tipo de tejidos, lo cual ayudará a reparar el daño.
Otra forma de utilizar las células madre es por medio de trasplantes de médula ósea. Para ello, se pueden hacer con células adultas o muestras de sangre proveniente del cordón umbilical. Se utilizan con la finalidad de reemplazar las células dañadas por consecuencia de una enfermedad, o en el caso de los tratamientos por quimioterapia. También, se utilizan para ayudar al sistema inmunológico para que enfrente a ciertos tipos de cáncer y enfermedades sanguíneas.
Las células madre se caracterizan por no poseer defectos genéticos, o alteraciones causadas por toxinas o agentes ambientales. Poseen la capacidad de crear un número ilimitado diferentes tipos de células. La medicina regenerativa promueve la regeneración de tejidos. Por ello, son el caso más reciente es en el trasplante de órganos lo cual permite no depender de órganos de donantes. La creación de nuevos tejidos de cualquier tipo que reemplacen a órganos disfuncionales, enfermos o lesionados ha aumentado las expectativas de vida de muchos pacientes.
Si bien se han comprobado los múltiples beneficios que poseen los tratamientos a base de células de ese tipo, ocurre que este tipo de terapias aún se encuentra en fase de investigación. En realidad, son pocos los pacientes que se han sometido a ella.
El tratamiento más utilizado, desde la década de los años 80, es el de injertos de piel creados con células madre lo cual ha ayudado a pacientes con quemaduras. También, se han utilizado injertos de tejido de la superficie del ojo, específicamente la córnea. Dado a la efectividad que han tenido, estos tratamientos se siguen realizando.
Aún se practican ensayos clínicos, con el fin de comprobar la eficacia de las células madre pluripotentes. A continuación, se enumeran la serie de padecimientos en los cuales se ha utilizado este tipo de terapias mostrando recuperación:
- Degeneración macular
- Enfermedades neurológicas, como la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Huntington
- Diabetes
- Lesiones en la médula espinal
- Infarto de miocardio
- Esclerosis múltiple
- Leucemia
- Lesiones en el cartílago o en el tendón
Como se puede apreciar, son muchas las ventajas y usos de estas células. Sin embargo, su uso masivo aún está en discusión.
Factores éticos relacionados con el uso de las células Madre
El futuro de la medicina ya no está dependiendo de fármacos producidos industrialmente. No solo basta aplicar remedios naturales y químicos con el fin de ayudar a recuperar los pacientes la salud. Médicos especialistas opinan que el futuro de la salud humana se encuentra en las células madre. ¿La razón? Sucede que este tratamiento otorga la posibilidad de tener una recuperación personalizada, segura y a corto plazo.
Si bien hay muchos beneficios detrás del uso de las células madre, también hay que considerar otros factores que convierten a este tipo de tratamiento en uno de los más controversiales.
Algunas personas piensan, incluidos pacientes parte de la sociedad médica de todo el mundo, que aún hay cuestiones éticas que impiden su uso. Actualmente, aún está en etapa de investigación el uso de tales células para determinadas condiciones. Dentro de la sociedad médica, se ha comenzado a plantear preguntas y dudas en relación a la ética de la investigación con células madre de origen embrionario.
Una técnica que ha creado mucha controversia se llama clonación terapéutica, aunque también es conocida como transferencia nuclear de células somáticas. Esta técnica se utiliza con el fin de crear células madre sin depender de óvulos fertilizados. Para ello, se toma material genético de un óvulo no fertilizado y de un donante. La transferencia nuclear consiste en inyectar un óvulo con el núcleo de un donante. En esencia, es un clon debido a que se crea un grupo de células genéticamente idéntico al donante.
Hay una serie de pautas que rigen cómo deben utilizarse con el fin investigativo las células llamadas madre. Los institutos nacionales de salud, en la mayoría de los países, establecen cuáles son las reglas para poder trabajar con células de este tipo. En algunos casos, se permite la donación de células embrionarias con este fin. Sin embargo, la donación de óvulos para que sean fertilizados en clínicas con el fin de ser utilizados en investigaciones científicas no ha aumentado.