Seguramente te habrás encontrado en la situación en la que tienes que estudiar, pero realmente no tienes ningún deseo de hacerlo. Racionalizas el hecho de que es tu responsabilidad, y que de alguna manera es importante que lo hagas, pero realmente no deseas hacerlo…
Si lo has experimentado, no debes sentirte mal por ello. No eres la única persona que lo ha hecho, y tiene una explicación:Te falta motivación.
La motivación es el conjunto de factores internos o externos que te impulsan a actuar, a iniciar, dirigir y mantener tu conducta centrada en un objetivo.
La falta de deseo de realizar una actividad es un síntoma de desmotivación. Y esto no es algo ajeno a la comunidad estudiantil. Pero, ¿por qué ocurre?
El objetivo de este artículo es darte una explicación sobre el origen de la motivación, sus tipos, y una breve explicación de cómo un desequilibrio puede causar desmotivación. Además, revisaremos un poco sobre la motivación para estudiar y te daremos algunas sugerencias para descubrir tu pasión y convertirla en ese motor activador.
Tipos de motivación
De acuerdo a su origen, podemos decir queexisten dos tipos: la intrínseca y extrínseca. Y de la combinación de estos dos tipos se derivan subtipos como la motivación personal, académica, etc.
Motivación intrínseca
Nace de tu deseo personal por hacer algo, sin la influencia de algún estímulo externo como compensación. Representa tu deseo honesto, tu pasión manifestada en impulso para realizar algo por el placer de hacerlo. Su característica más notoria es que fluye de forma natural y contínua. No hay que hacer esfuerzo para experimentarla, porque forma parte de lo que eres.
Motivación extrínseca
Se activa por medio de un estímulo externo, que normalmente aparece como compensación. No aparece de forma natural sino inducida. Y el impulso que genera en la conducta es directamente proporcional al interés que se tenga del estímulo externo. Cuando el interés por el estímulo desaparece, también lo hace la motivación.
Otros tipos de motivación
Las motivaciones intrínsecas y extrínsecas son incluyentes. De hecho, con mucha frecuencia se mezclan para crear otros tipos de motivaciones para diferentes aspectos de nuestras vidas tales como el personal, el laboral, el familiar y otros.
Por ejemplo, un joven que se siente fascinado por la biología, la anatomía y todo lo relacionado con el cuerpo humano, que recibe una beca para estudiar medicina. En este caso su motivación intrínseca (pasión por el estudio del cuerpo humano), y su motivación extrínseca (el pago de su colegiatura), se unen y complementan para impulsar a éste joven a estudiar medicina.
¿Cómo se origina la falta de motivación?
Cuando la mezcla de motivación intrínseca y extrínseca es equilibrada, el impulso que te lleva a la acción se mantiene en el tiempo, gracias a tu motivación intrínseca, la cual fluye de forma natural y contínua gracias a la pasión que la induce. Así que, aunque cambie tu percepción sobre la compensación que origina tu motivación extrínseca, ésta en general no decaerá, porque en el fondo es algo que deseas hacer.
Pero cuando la mezcla de motivación intrínseca y extrínseca se inclina hacia la extrínseca, o es exclusivamente extrínseca,aparecerá la falta de motivación cuando tu percepción de la compensación que estás recibiendo cambie.
Un buen ejemplo sería el de un estudiante al que por su desempeño académico le otorgan una beca para estudiar leyes, pero cuya pasión es el estudio de las matemáticas. Si en algún momento le retiran la beca, perdería su motivación extrínseca, que es lo único que lo mantiene en la carrera, por lo que la probabilidad de que la abandone es muy grande.
La falta de motivación es una señal clara de un desbalance entre la intrínseca y la extrínseca, a favor de la segunda. Lo que denota ausencia de pasión.
¿Qué te motiva a estudiar?
Esta pregunta puede ser parafraseada de otra manera: ¿Para qué estás estudiando? Y sólo el autoconocimiento te puede ayudar a responder esta pregunta de forma precisa.
Si esta pregunta fuera parte de un examen de selección simple y tuvieras que elegir una respuesta, cuál elegirías:
¿Para qué estudias?
- Para complacer a mis padres
- Para obtener un diploma
- Para no quedarme atrás (presión social)
- Para aprender
- No lo sé
Hay más posibles respuestas, pero estas cinco nos ayudarán a explicar el punto:
Para complacer a mis padres (Motivación extrínseca): Tu motivación se mantendrá en tanto desees seguir complaciéndolos. Pero si en algún momento llegaras a sentirte alejado o defraudado por ellos, es probable que termines abandonando los estudios.
Para obtener un diploma (Podría ser una motivación mixta): Obtener un diploma que te permitirá ir más allá en tu preparación profesional es una meta asociada con la motivación extrínseca. Pero si tu deseo de obtener un diploma está asociado con una motivación intrínseca, como por ejemplo, convertirte en un profesional de las artes porque es lo que te apasiona, pero para lo cual necesitas el diploma, entonces tendrías ambos tipos de motivación, lo que te garantiza continuidad en tu motivación.
Para no quedarme atrás (Motivación extrínseca): Si estudias porque los demás lo hacen es muy difícil que llegues a terminar tus estudios, y si lo haces, posiblemente lo harás en una carrera que no responde a tus verdaderos intereses. Y en la medida que avances verás a tu grupo de estudio dispersarse. Algunos abandonaran los estudios y otros seguirán. Y tu continuidad dependerá de tu simpatía hacia aquellos que continúen.
Para aprender (Motivación intrínseca): Cuando estudias porque deseas aprender, no sólo terminarás tus estudios, sino que aprenderás y entenderás todo lo que desees aprender y entender. Porque no necesitarás de nadie que te presione ni te impulse. Simplemente porque eso es algo que tú deseas hacer.
No lo sé (Motivación extrínseca): Esta respuesta es un sinónimo de “porque me obligan a hacerlo”. Y tus estudios terminarán cuando dejen de obligarte. Allí no hay convicción. Simplemente hay obligación.
Sin motivación intrínseca no hay continuidad
En cualquier ámbito de tu vida debe haber una motivación intrínseca que te impulse a lograr tus metas. Porque si no, el combustible se te acabará antes de llegar a tu destino o, en el mejor de los casos, llegarás a un destino que no es el que te corresponde.
La motivación intrínseca es tu pasión. Es tu deseo funcionando como combustible que alimenta tu actitud, y que te hace indetenible en la consecución de tus objetivos.
Y puedes usar motivaciones extrínsecas como complementarias. Es decir, como motivaciones secundarias para reforzar aquello que desde tu interior sabes que deseas hacer.
Descubriendo tu motivación para estudiar
No es extraño que hagamos cosas y que al analizarlo en retrospectiva, no tengamos claridad en qué nos motivó a hacerlas. Y el estudio no se escapa de ellas.
Pero no se trata de que hayamos elegido mal. Estudiar es algo positivo cuando se hace con consciencia de lo que se quiere lograr. El problema es que a veces no somos conscientes del por qué hacemos las cosas, y eso nos lleva con el tiempo a cuestionar nuestras propias decisiones.
Así que, aquí te compartimos algunas preguntas que tal vez te ayuden a descubrir lo que te motiva a estudiar.
- ¿Es tu deseo aprender una profesión específica? ¿Cuál?
- ¿Disfrutas encontrar el por qué de las cosas?
- ¿Te interesa graduarte por los beneficios económicos que obtendrás?
- ¿Te ves a futuro como un profesional en alguna carrera específica?
- ¿Te gusta estudiar, pero no lo que ofrecen en tu centro de estudios?
Es muy importante que entiendas para qué vas a estudiar. Y siempre hay un para qué, aunque no siempre salga de nuestro interior.
El objetivo aquí es entender para qué estás estudiando, y luego tratar de conectar ese objetivo con una motivación intrínseca que te permita sostener el impulso que te llevará a concluir de forma exitosa tus estudios.
Encontrando tu pasión por el estudio
Todo lo que hagas en la vida debe tener una razón, un objetivo.Y ese objetivo debe estar impulsado por un deseo dentro de tí. Un deseo incontenible, que te impulsa a hacer algo al respecto. Es a eso deseo al que nos referimos como pasión.
El estudio te lleva al conocimiento de algo. Y esa es la pregunta que debes responderte:¿Qué deseas conocer? ¿Sientes curiosidad por algo? ¿Qué es?
Tal vez lo que sea que estés estudiando en este momento no sea eso que te apasiona. Pero puede que sea un paso preliminar para poder llegar al estudio de eso que sí te apasiona. Y si ese es el caso, entonces allí tienes la motivación intrínseca que estabas buscando.
O tal vez hay partes de lo que estudias en este momento relacionadas con tu pasión y partes que no. Si ese fuera el caso, aférrate a esas partes que te interesan como tu motivación intrínseca, y considera el resto como un requisito que tienes que cumplir (motivación extrínseca).
Encontrar tu pasión es encontrar una motivación que no se acaba, y que te permite alcanzar tus objetivos sin demasiado esfuerzo, porque estarás haciendo lo que deseas hacer, y eso no te agota, ni te aburre, ni te desanima…