El uso de antineuríticos suele hacerse en determinados casos. Se trata de unos medicamentos con peculiaridades bastante notables. Su misión es minimizar o evitar la inflamación neural. Por ello, se puede considerar que tienen un efecto un tanto delicado. Hay que tener en cuenta que actúan directamente sobre el sistema nervioso central.
Un dato a tener en cuenta: sucede que la gran mayoría de estos fármacos no son diseñados originalmente para ser usados en procedimientos de tipo neurológico. En realidad, se diseñan para un fin terapéutico. De hecho, esta gama de medicinas estaba destinada a otras patologías, tales como las convulsiones. Igualmente, eran recomendadas por psicólogos para casos de depresión.
Otros medicamentos antineuríticos se usaban para tratar enfermedades degenerativas o dolores crónicos. Por ende, podemos deducir se trata de medicamentos cuyo uso en el aspecto neuronal es prácticamente accidental. Al ser empleados en aspectos como los antes mencionados; sucede que los especialistas en medicina se percataron que tienen influencia en el campo de lo neuronal. Es así como se han convertido en un tipo de medicamento que en tiempos recientes se suele utilizar, aunque tienen bastante prescripción.
Medicamento antineurítico
Tal y como indicamos antes, un medicamento antineurítico actúa sobre el sistema del nervioso. Por ello, son usados en diversos asuntos que tienen que ver con la anatomía neuronal. Vale decirse que tienen una gran cantidad de usos. El más habitual, es el relativo a minimizar una inflamación y cohibir los síntomas de las neuropatologías de tipo periférico. Hay que dejar en claro que tales patologías reciben el nombre de neuritis, término que a continuación debemos explicar a nuestros lectores.
La neuritis no es otra cosa que la inflamación de un nervio periférico. Hay varias causas que generan esta condición. Usualmente, esto sucede por traumatismos, así como por infecciones e incluso por ciertos trastornos nutricionales. Igualmente, hay ciertas toxinas que desencadenan la inflamación de tales nervios. Algunas mordeduras de serpiente son bastante letales ya que originan este tipo de problemas.
Por otra parte, esto también sucede ante ciertas enfermedades neurodegenerativas. Igualmente, acontece que ciertas variedades de cáncer pueden dejar como secuela una neuritis.
Sucede que las neuritis no solo manifiestan un determinado dolor. Los pacientes que padecen esta condición, muchas veces informa que empiezan a sentir cambios en la sensibilidad. Tales alteraciones suceden en la zona del nervio y de sus raíces periféricas. Por ejemplo, las sensaciones de frío o calor se aprecian con intensidades diferentes; o bien se sienten distintas a la manera habitual. También, suele pasar que dicha zona corporal se siente inflamada; como si estuviera anestesiada. En ocasiones, las sensaciones de dolor desaparecen o son demasiado constantes.
Otra característica como es la sensación de hormigueo. A esto se añade que puede desencadenar una hipertrofia muscular, te que la persona no puede dominar bien esa parte de su cuerpo. Ciertas manifestaciones cutáneas también dejan claro que hay un problema con los nervios, mismos que comiencen infectarse, a hincharse y a generar manifestaciones más visibles.
Como se puede apreciar, los antineuríticos son de gran utilidad ya que permiten a los pacientes mejorar su condición ante situaciones como las antes mencionadas. No obstante, antes de avanzar en el tema del presente texto queremos hacer mención de ciertas enfermedades donde es habitual el uso de este tipo de medicamentos.
- La neuritis intercostal: se trata de la inflamación de nervios que van desde una costilla la otra. Tiene síntomas muy variados. El problema, es que generan serias dificultades para poder respirar. Igualmente, es demasiado incómodo cuando la persona debe estornudar, reírse, toser o simplemente abrir los brazos. Se trata de una condición que altera al estilo de vida; y que solamente encuentra mejoría gracias al uso de medicamentos antineuríticos.
- La neuralgia del trigésimo: es un padecimiento que sucede por inflamación de uno de los pares de nervios craneales. Se llama nervio del trigésimo. Es un nervio que tiene efectos en la cara, siendo por ende sus síntomas apreciables en esta zona del cuerpo. Es un problema que solo tiene repercusión en la mitad del rostro. Se trata de un dolor punzante y de marcada intensidad.
- La neuritis vestibular: acá el afectado es el nervio del oído interno. Hay que agregar que tener el cumple funciones esenciales en lo tocante al equilibrio. Quien tiene una inflamación en este nervio, suele padecer de mareos y de incapacidad de ubicarse en un espacio determinado. Además, tiene serios problemas para tener una audición correcta.
- La neuritis óptica: ocurre por la inflamación del par craneal que influye en el movimiento de los ojos. Se trata de un labio muy importante, ya que también tiene que ver con la sensibilidad de los mismos ante la luz. Si no se atiende a tiempo este problema, el resultado de una posible pérdida de la visión.
Hay otros muchos casos de neuritis, pero acabamos de mencionar los más relevantes. En todos estos casos, se recomiendan ampliamente los medicamentos antineuríticos. De hecho, se trata de la primera indicación que todo médico menciona cuando se presentan las situaciones antes mencionadas.
Podemos añadir además que hay otros aspectos interesantes de este tipo de medicamentos. Estos tienen mucho que ver con el uso original de los mismos― hay que recordar que los medicamentos neuríticos inicialmente se elaboran con fines concretos―. Sobre este asunto, presentamos algunas consideraciones en la siguiente lista de ítems:
- Los antiepilépticos: en este renglón destacan la gabapentina y la pregabalina. Son medicamentos ideados para frenar convulsiones. Igualmente, suelen ser vitales en tratamientos para combatir procesos migrañosos.
- Los antidepresivos: se trata de inhibidores de serotonina. También tienen un notable impacto a nivel del sistema nervioso central. Solamente se recomienda usar en caso de neuralgias crónicas y siempre bajo prescripción médica.
- Opioides: en esta categoría se incluyen medicamentos como la morfina, la metadona y otros más. Tienen la finalidad de minimizar la sensación de dolor. Pero al ser usados en exceso pueden causar deterioro del sistema nervioso central. Aunque son muy recomendados por su efecto analgésico, hay que evitar caer en su adicción, un riesgo al que se someten muchas de las personas que son tratadas con este tipo de analgésicos, especialmente en países como Estados Unidos, donde es público que existe un problema sanitario al respecto del uso de opioides en la población.
De hecho, y no solo con los opioides, la mala noticia es que toda esta gama de medicamentos generan adicción. Otras secuelas implican la somnolencia, trastornos alimenticios, estado de ánimo inestable, mareos y hasta inconvenientes en la visión.
Por todo lo antes indicado, es menester que las adicciones a estas sustancias se eviten a toda costa. Se sabe que tienen severas contraindicaciones. En dado caso, todos estos aspectos deben ser tenidos en cuenta a la hora de suministrarlos.
De hecho, el médico, antes de seguir cualquier terapia de medicamentos antineuríticos, evaluará como está el paciente, cuál es su situación psicológica, no solo en lo que respecta a la enfermedad que esté sufriendo, y decidirá si es aconsejable o no que se someta al tratamiento, o en el caso de hacerlo, que esté muy controlado.
Vitamina antineurítica
Vamos ahora a tocar el tema de la vitamina antineurítica. Se suele dar esta categoría a la vitamina B1 (también llamada tiamina). Su función es ayudar al metabolismo del cuerpo a procesar energía proveniente de los alimentos. Por ende, es capaz de aumentar el vigor de las personas con gran facilidad.
La tiamina se suele recomendar en personas que hacen deportes o gran cantidad de actividad física. En dado caso, como ya dijimos antes, suele ayuda para dar más vitalidad a las personas. Se sabe que las personas con depresión tienen problemas para generar energía a través de su metabolismo, cayendo incluso en apatía para comer o hacer actividades físicas.
La tiamina es además parte de las enzimas que producen energía para todo el cuerpo, incluido el cerebro. En el sistema nervioso, participa en la producción de acetilcolina, un neurotransmisor, es decir, transmite información de un lugar a otro en el cerebro. También es importante para la síntesis de la vaina de mielina. Los productos derivados de tiamina y sus enzimas derivadas (vitamina antineurítica) son activos en todo el cuerpo, pero su deficiencia afectará particularmente al cerebro y al sistema nervioso periférico, debido a su dependencia del metabolismo oxidativo. El fracaso, si es rápido, puede conducir al coma metabólico. También previene la oxidación y protege de los radicales libres, evitando así las neuropatías.
Para los casos antes indicados, la vitamina B1 es de hecho, una excelente alternativa. Hay que decir que esta puede indicarse por medio de inyecciones o cápsulas. Además, tiene la ventaja de que no genera adicciones como los anteriores medicamentos antes indicados. Digamos que la misma estimula al organismo para que de manera natural se genere mayor contenido energético, lo cual impacta indirectamente sobre el sistema nervioso.
Hay que considerar que toda persona con una buena síntesis energética, tiene mejores oportunidades de salir adelante en el caso de estados depresivos. Por ello, la tiamina puede ser de gran efectividad en estos casos.
Antineurítico inyectable
Finalmente, queremos hacer referencia a los antineuríticos de tipo inyectables. ¿Son efectivos? Sí, lo son y bastante. Al ser colocados de una vez en el torrente sanguíneo actúan con rapidez. Por ende, esta clase de medicamento se usa solo en casos de emergencia, donde los pacientes muestran una condición bastante grave. Por ejemplo, son usuales en pacientes con depresión muy fuerte. Igualmente, ante gente que presenta una epilepsia muy fuerte que debe ser controlada para evitar que las personas se lastimen al padecerla.
No obstante, sucede que cuando los aneuríticos se aplican de manera inyectable, estos pueden desencadenar con mayor facilidad un proceso adictivo. Esto se debe a que intervienen de manera más directa sobre el sistema nervioso. Por ende, la dependencia del organismo a tales medicamentos se incrementa.
Lo antes dicho, hace que la prescripción de estos medicamentos sea realizada con la debida mesura. Además, se debe estudiar muy bien el caso de cada paciente en particular. Solo de ese modo se logra dar la dosificación adecuada para evitar posibles secuelas negativas en las personas. Sin duda, el uso de medicamentos de este tipo implica toda una serie de indicaciones que solo deben ser llevadas a cabo por médicos que se dedican a estas labores.
Con todo lo antes mencionado, esperamos haber mencionado a nuestros lectores todo lo referente a esta gama de medicinas. Esperamos que sea una información de utilidad