Estudiando historia se habla mucho del Antiguo Régimen y es uno de los temas que mejor se quedan en la memoria del estudiante escolar. Pero, ¿sabes bien cuáles son las Características políticas, económicas y sociales del Antiguo Régimen. La política centralizadora de los Borbones? Te explicamos el tema con todo detalle y enfocado a los exámenes.
Veamos con detalle cómo es el panorama político y social de Europa entre los siglos XVI y XVII.
Antiguo Régimen: Características políticas
En contra de lo que pudiera pensarse, si pensamos acaso que la monarquía es una institución arcaica que fue perdiendo poder con los años, aquí sucede un poco a la inversa. Pues si durante el reinado de los Reyes Católicos, la corona tenía poderes limitados, porque el rey tenía la autoridad económica sobre los feudos pero estos eran independientes en cuanto a instituciones, leyes, monedas y fronteras, con los sucesivos reyes, como son los Austrias y los Borbones, la monarquía se convierte en absoluta y el monarca tiene autoridad plena sobre todos los territorios.
Ahora es el rey quien establece los impuestos, quien controla al ejército, quien establece los servicios y quien administra justicia. De modo que las Cortes, así como las autoridades locales y las instancias de los feudos pasan a un segundo plano. Esto supone un cambio significativo, pues pasamos de un rey que no puede decir casi nada, a un rey que ahora controla todo.
Antiguo Régimen: La sociedad
Durante el Antiguo Régimen la sociedad estaba dividida en estamentos. A dichos estamentos se pertenece por nacimiento Cada estamento tiene sus propios privilegios y, de este modo, la sociedad se divide entre ciudadanos pertenecientes a un estamento privilegiado (nobleza y clero), y aquellos otros ciudadanos que pertenecen al estamento contrario, el cual lo constituye el resto de la población, es decir, los ciudadanos comunes.
Los afortunados que se encontraban en el estamento con privilegios ejercían los cargos públicos, gozaban de la propiedad de la tierra y no tenían que pagar impuestos. Pero es que además también contaba con su propia administración de justicia. Por el contrario, el estamento no privilegiado carecía de tales recursos.
Más sobre historia:
Sin embargo, si bien la clasificación estamental es así de simple en la teoría, luego en la práctica encontramos una división social aún mayor. Porque dentro del estamento privilegiado se diferencia notablemente la riqueza de unos y otros privilegiados, pues por un lado hay nobles grandes terratenientes, y arzobispos de gran fortuna, pero por otro lado también conviven junto a ellos otras clases más humildes como los hidalgos o los curas rurales.
Dentro del estamento NO privilegiado también hay un importante desnivel social y económico, porque están los burgueses, a quien la economía les iba bastante bien, y aparte los mendigos y hasta esclavos.
No obstante, no hay que confundirse, pues si bien hay alta nobleza, alto clero y burguesía, también hay que subrayar que la mayor parte de la población era campesina y jornalera que vivía en el campo, y trabajadores o marginales en la ciudad.
Antiguo Régimen: La economía
Estamos ante una sociedad que apenas lograba subsirtir con lo poco que alcanza a producir, es decir, se trata de una economía de autobastacecimiento en la que muchas veces la población pasaba hambre. Debido a esto, el índice de vida era relativamente bajo y se producía una alta mortalidad entre la población. Si bien la tasa de natalidad también era elevada, sin embargo, las muertes prematuras por la mala nutrición y las muertes masivas ocasionadas por las graves epidemias llevaba a que el crecimiento demográfico nunca fuera demasiado alto.
El hecho de que la tierra estuviese en manos de tan solo unos cuantos tampoco ayudaba a la economía, pues provocó una falta de especialización y que el país apenas lograra avances técnicos para trabajar de manera más efectiva. Se producía para vivir únicamente, de modo que apenas sobraban mercancías para el comercio exterior.
En lo que sí despuntó un poco la economía española fue en el comercio de la artesanía. Si bien tampoco es que hubiera una alta especialización, sí que hubo un cierto intercambio comercial con la exportación de materias primas y la importación de productos ya elaborados. Influyó en esto el monopolio comercial que había con América.
La Guerra de Sucesión Borbónica y la centralización
Entre los años 1700 y 1713 España enfrenta una doble guerra, civil e internacional. Se trata de la Guerra de Sucesión al trono que divide a unos y a otros dentro y fuera de nuestras fronteras. Este hecho viene motivado por la muerte sin herederos del rey Carlos II. El último monarca de los Austrias ha dejado como sucesor a un Borbón, Felipe de Anjou, nieto del rey Luis XIV de Francia. Sin embargo, esta decisión trae nuevos enfrentamientos.
El archiduque Carlos de Austria se opone a esta sucesión y recibe apoyo de Inglaterra. Estalla una guerra internacional entre partidarios de uno y de otro sucesor, como son Francia y España que apoyan a Felipe, contra Austria, Inglaterra, Holanda y Portugal que reclaman que el trono sea para Carlos. En el interior, la guerra civil enfrenta a las coronas de Castilla y de Aragón.
Sigue aprendiendo:
Finalmente, Felipe de Anjou consigue salir victorioso, conquistando Aragón y Valencia en 1707 y ocupando Barcelona en 1714, aunque en el exterior, supondrá pérdidas para España. Porque para que se le reconozca como rey, en el exterior, se ve obligado a firmar el Tratado de Utrecht y a través de él cede los territorios de los Países Bajos, Milán, Nápoles y Cerdeña, quAntige pasan a estar bajo el Imperio Austro- Húngaro; Sicilia, que pasa a quedar bajo el mando de Saboya; y Menorca y Gibraltar que caen en manos de Gran Bretaña.
En estos tiempos se llevan a cabo una serie de reformas con el objetivo de sacar a la monarquía de la situación crítica que está atravesando. Pretende inspirarse en el modelo francés y establecer el Despotismo Ilustrado reinante en aquel país.
Surgen los Decretos de Nueva Planta, con los cuales se pretendió alcanzar la unificación política derogando los fueros. Únicamente se salvaron los fueros vasco-navarros, gracias a que estos se mantuvieron fieles al rey durante la Guerra de Sucesión.
También se trató de estimular la economía y para ello se crearon las “sociedades económicas amigos del país”, para establecer nuevos métodos productivos. Se crearon fábricas reales para fomentar la industria y la artesanía. Y se suprimieron las aduanas interiores para fomentar el comercio. Destaca además la creación del Banco de San Carlos. Aparte, se intentaron llevar a cabo reformas agrarias pero fueron un fracaso.
En las colonias también hubo reformas. Querían fortalecer la administración colonial y para ello se crearon nuevos virreinatos y capitanías generales. El Decreto de Libre Comercio de 1778 supuso una pequeña apertura al comercio.
Sin embargo, y a pesar de la voluntad por reformar un país en crisis, estas reformas terminaron fracasando porque no había un apoyo real, y el monarca se encontró con la oposición de los más fuertes, es decir, de clases privilegiadas como la nobleza y el clero. Aunque el estamento de los no privilegiados tampoco se quedó atrás en las quejas y los gremios también se sumaron a la oposición. La fuerte movilización contra las reformas provocó hechos históricos como el égimen, donde las clases altas se oponían a una prohibición establecida sobre su vestimenta. Aparte, las crisis de subsistencia, continuaban siendo fuertes.
Te puede interesar: