El mejor estudiante y el profesional más eficiente y productivo es aquel que mejor sabe administrar su tiempo, en cualquiera de las tareas que tenga entre manos. En el caso de los estudiantes, no lo tienen fácil, aunque a menudo pasamos por alto su esfuerzo, lo cierto es que cargan sobre sus espaldas una amplia lista de asignaturas, tareas y exámenes que tienen que afrontar durante el curso y en ocasiones se sienten desbordados. Necesitan una buena planificación, a lo que puede ayudarles bastante un calendario de estudio. Te enseñamos cómo hacer un calendario para estudiar: claves y consejos.
Qué tiene que tener un calendario de estudio
Un calendario de estudio tiene que tener anotados los días de la semana, la quincena o el mes, según el periodo para el que lo hagas. Además, tendrás que ir actualizándolo cada vez. Sabemos que parece muy pesado andar creando un calendario para estudiar, pues pensamos que tan solo el hecho de sentarnos a la mesa a hacer esto, ya nos está quitando un valioso tiempo para hacer deberes o estudiarnos la lección del día. Pero cuando veas lo práctico que es aprender a planificarse, podrás sacarle mucho rendimiento a esta clase de herramientas.
En el calendario para estudiar apuntaremos las horas que tiene el día. Imaginamos que durante la mañana estarás en clases, o tal vez durante la tarde, si estás realizando cursos superiores y te tocó turno de tarde. Toda esa franja horario en la que estarás fuera de casa, desaparece de tu calendario, ya que es tiempo no disponible para el estudio. Es decir, si llegas a casa a las dos de la tarde, es a partir de aquí, o más tarde, restando el tiempo del almuerzo, que debe comenzar tu calendario.
Tienes que tener muy claro qué tiempo sueles necesitar para hacer las tareas o aprender cada asignatura. El primer día esto te tocará de sorpresa, pero a partir de este mismo momento en el que estás leyendo este post, comienza a tomar nota. Cuando empieces una tarea nueva, cronometra, cuánto tardas en hacer los deberes que te mandaron hoy de mates; cuánto tiempo te lleva aprenderte las dos lecciones de ciencias sociales que tienes que tener estudiadas para mañana, etc. Hazlo sin presiones, pues tan solo queremos saber cuánto tiempo real te ocupa, para dividir bien las horas disponibles entre cada asignatura.
No se trata de dividir x horas x asignaturas y ya está. No es tan simple, pues entonces tu calendario para el estudio será un completo fracaso y acabarás agobiado y abandonando. La distribución del tiempo tiene que conocerse adecuándose a las necesidades reales y tiempo real, pues habrá asignaturas que te ocupen más que otras.
También debes establecer prioridad y aquí eres tú quien debes analizar. Por ejemplo, imagina que la semana próxima tienes tres exámenes, pero de esas tres asignaturas que te examinas, una de ellas es super difícil y las dos restantes se te dan muy bien. Aunque te fastidie, la asignatura “hueso”, necesitará de más preparación que las otras. Debes reservar para esta suficiente tiempo para que la fecha no se te venga encima y estés con agobio.
Por otro lado, el calendario tiene que tener una previsión de lo que harás en toda la tarde o franja de tiempo, incluyendo esos ratos de ocio y descanso en los que no estarás estudiando. Ignorar estos momentos es confiarse en que tendrás horas de más para estudiar, cuando en verdad, serán bastantes horas de menos.
Cómo hacer un calendario para estudiar
Coge un calendario en blanco o con espacios vacíos. O, mejor aún, puesto que en el calendario apenas tendrás espacio para anotar y marcar, crea tu propio calendario. Toma como referencia un calendario común y en un folio o libreta anota los días de la semana. Si quieres, puedes hacerlo para todo el mes, pero no más allá. No olvidas añadir también las horas que tiene el día, o al menos, la tarde o periodo de tiempo que estarás. Por ejemplo, de tres a nueve, es decir, desde que has terminado de almorzar, hasta que vas a cenar, o antes si tienes que ducharte más temprano.
Como tendrás un agenda que llevarás a clase para anotar tus tareas, pasa dichas tareas al calendario. Hazlo distribuyendo esas horas con coherencia. ¿Te pidieron hacer una manualidad para el viernes? Tal vez estemos a lunes y parezca que el viernes queda lejos, pero es posible también que ese disfraz requiera de bastante creatividad, ensayo y error, compra de materiales, etc, y te consuma bastante las horas. Piensa, analiza y anota con criterio real si podrás terminar tu manualidad en un tarde o necesitarás de varios días.
Tampoco pases por alto un detalle fundamental, y es que si bien seas de los que te encierras en tu cuarto a estudiar y no sales hasta la noche, a menudo nos auto engañamos y estudiamos mucho menos de lo que creemos. De esas cinco o seis horas que en tu calendario marcarías para el estudio, réstale ese rato que haces un impás para merendar, entre otros múltiples parones que posiblemente realizas, mirando el móvil, distraído en el ordenador, porque te llama tu madre, o en mil cosas. Si sumamos todos estos parones, obtenemos que nuestro tiempo de estudio real ha sido muy inferior al previsto.
Tener tu calendario para estudiar es más práctico de lo que te piensas, pues te ayuda a tener a otra visión del tiempo. Generalmente, cuando nos ponen un examen pensamos ¡bah, es para dentro de 10 días! Pero resulta que los fines de semana nos lo solemos tomar de descanso, los martes tenemos clases de inglés, los jueves hacemos deporte, el lunes tenemos dentista, y el otro martes es el cumpleaños de nuestro primo. Ponte a restar horas y ya verás lo cerca que te quede ese examen, cuando te das cuenta apenas has estudiado, mientras se te acumulan las tareas.
Cómo crear un cronograma de estudio
¿Ya te ha quedado claro cómo crear un cronograma de estudio? Hagamos un resumen:
- Prepara una lista con todas las materias que tienes que estudiar
- Además, haz una segunda lista con las tareas que tienes que hacer para cada asignatura o para preparar cada uno de tus exámenes.
- Hechas ambas listas, llega el momento de mirarla y ver dónde está la prioridad. Por ejemplo: cuál es tu examen más inmediato, el más complicado, el más importante, etc. La prioridad dependerá de las circunstancias de cada examen, si es un examen final, etc.
- Toma como referencia el tiempo real. En dos sentidos, primero, el tiempo real que tendrás disponible para estudiar. En segundo lugar, el tiempo real que necesitarás dedicar para realizar con éxito la tarea.
- Ese tiempo real durante la semana, divídelo en bloques de estudio.
- Rellena los bloques de estudio.
- Tómate respiros entre tarea y tarea, reserva tiempo para ocio y ¡vive! Que no todo en la vida es estudiar, aunque eso sí, también tenemos que estudiar, pues ambas cosas son compatibles.
- No te desesperes si no aciertas con el calendario a la primera. Conócete para ir comprobando cuánto te ocupa una materia u otra.
- Sé previsor y flexible. No será raro que más de una vez te surjan imprevistos y tengas que reformar tu calendario de estudio. No pasa nada, siempre y cuando te habitúes a tener unas buenas rutinas de estudio que te permitan sacar el máximo rendimiento de tu tiempo.
Hablando de asignaturas y estudios, ¿qué tal se da lenga? ¿ya dominas las oraciones subordinadas? Te invitamos a leer el siguiente post: