Para escribir correctamente es necesario conocer cómo es la Estructura de un texto: características y tipos de textos que existen. Por eso, en este post vamos a explicarte acerca de los elementos que componen un texto, su estructura básica y estructura, además de darte a conocer cuáles son los textos que podemos encontrar o a los cuales podemos recurrir si queremos iniciar un proyecto escrito. Veamos.
Los elementos que componen un texto
Si tienes afición a la lectura, te habrás dado cuenta de lo bella que resulta esa mágica unión de palabras que cobra un sentido especial cuando está bien escrita. Y es que no de cualquier modo, sino que el texto bien escrito debe adecuarse a una estructura y llevar unos elementos sin los cuales no quedan tan espléndidos la explicación y el escrito. Al fin y al cabo, cuando escribimos lo que hacemos es una acción similar a tejer, pero tejemos elementos lingüísticos de manera que queden perfectamente interrelacionados.
El texto en cuestión es un conjunto de todos los elementos que lo componen que hemos entretejido para comunicar algo, una idea y con una intención concreta. Así en términos generales podemos definir los siguientes elementos que componen un texto, aunque más tarde y dependiendo de los tipos de textos ante los cuales nos encontremos, podremos hacer más clasificaciones y encontrar nuevos elementos que dan forma a la estructura específica de cada tipo de texto.
Partimos de la base de la gramática la cual consiste en una serie de elementos que son:
- Los fonemas o, dicho más popularmente, las letras. Por sí solas no tienen significado, pero unidas a otras dan lugar a las palabras cuando se unen a los lexemas.
- Los monemas, que pueden ser morfemas si tiene significado gramatical, o lexemas si tiene significado léxico.
- Las palabras, que son la unión de lexemas más morfemas. Por ejemplo, al lexema jabón, si le añadimos los morfemas “os”, “as”, dan lugar a la palabra o adjetivo: “jabonosa”.
- Los sintagmas, que llevan un núcleo y va acompañado con determinantes o complementos, o lleva ambos. Son considerados como unidades mínimas que tienen una función sintática.
- Los enunciados ya sí tienen un sentido completo. Son independientes gramaticalmente. Los reconocemos también porque van separados por pausas. Además, los enunciados pueden ser de dos tipos, pues por un lado tenemos las oraciones, que son un vínculo entre sujeto y predicado; o frases cuando no llevan sujeto verbal o predicado. Un ejemplo de frase sería: “No, gracias”.
- Los párrafos están compuestos por oraciones que pueden subordinadas y frases que van unidos formando un sentido. Es importante escribirlos en mayúscula en su letra inicial y acabar el párrafo con un punto y aparte.
La estructura básica de un texto
Antes que nada hay que aclarar que la estructura de un texto puede variar según el tipo de texto de que se trate, así que la estructura en su parte externa es más compleja de definir. Pero la estructura interna es la que se encarga de distribuir el contenido del texto para que sea comprensible y el mensaje llegue a su destinatario.
Así la estructura interna de un texto está dividida en varias partes que se esquematiza de la siguiente manera:
- Introducción o planteamiento de la idea principal del texto. El autor expone al lector el porqué escribe ese texto o cuál es su propósito. Además de los procedimientos que seguirá y de los hechos que se irán desarrollando.
- Desarrollo o cuerpo donde se va desarrollando la idea de manera ordenada. Se analizan los hechos aportando datos, reflexiones, puntos de vista y ejemplos para que el lector vaya comprendiendo.
- La conclusión, donde se hace una recapitulación de las ideas más importantes que se han expuesto y se aporta una conclusión o reflexión final sobre el tema. Puede incluir una opinión.
Las características de un texto
Llevamos todo el rato diciendo que el texto se compone de un conjunto de signos gráficos. Ahora bien, estos signos no pueden estar ahí a su libre albedrío, sino que tienen que cumplir unas pautas y darse una serie de características para que el texto adquiera forma de tal.
Un texto debe ser coherente, estar cohesionado y ser adecuado. Y nos dirás que esto suena muy de clase de lengua pero, ¿qué quiere decir? Vamos a explicártelo:
- Texto coherente: para que un texto sea coherente tiene que haber una idea principal en torno a la cual gire dicho texto y a través de la cual se vayan extrayendo otras ideas secundarias que estén lógicamente relacionadas.
- Texto cohesionado: si un texto es una correlación de ideas, estás ideas tienen que tener cohesión entre ellas, es decir, partir las unas de las otras y, por supuesto, venir a cuento de la idea central que da vida al texto. Además, estas ideas no solamente deben tener relación, sino que a la hora de exponerlas, la escritura debe ser acorde y usar elementos lingüísticos de unión de frases que den sentido y hagan entendible las ideas.
- Texto adecuado: el lenguaje también ha de adaptarse tanto al mensaje como al receptor. Así dependiendo del contexto, usaremos un lenguaje más culto, más coloquial, informal o usando palabras vulgares si la situación y el receptor lo permiten. No es lo mismo hablarle a tu jefe que hablarle a un amigo. Un buen ejemplo es, el médico, que no hablará de la misma manera cuando está en la discoteca con sus amigos, que cuando está en el hospital informando a los parientes de un enfermo. Con sus colegas puede usar un lenguaje coloquial e incluso vulgar; mientras que en su trabajo tendrá que ser más prudente y usar un lenguaje formal.
Diferentes tipos de estructura de un texto
En cuanto a la estructura interna, tenemos diferentes tipos de textos que son los que vamos a enseñarte a continuación.
Texto narrativo
Son textos que cuentan historias o narran hechos y se caracterizan porque usan verbos dinámicos y conectores espaciales.
Texto descriptivo
Se usan para describir un hecho o un elemento. Usan el pronombre de la tercera persona y aplica muchos atributos y adjetivos.
Texto expositivo
Aportan hechos, datos y cifras para explicar una idea. Cumplen más que otros con la estructura de introducción, desarrollo y conclusión. Son los textos que usan los maestros en la escuela o los conferenciantes, por ejemplo.
Texto argumentativo
Parte de una hipótesis y va exponiendo razones para defender una postura o idea.
Texto literario
Trata sobre hechos de ficción, de modo que usa figuras retóricas y un lenguaje muy emotivo y expresivo. La estructura que suelen llevar es la de un planteamiento inicial, luego el nudo o desarrollo de la historia y, finalmente, el desenlace.
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