Aprender inglés puede ser un desafío para los hispanohablantes debido a las diferencias estructurales entre ambos idiomas y a una especie de pudor que nos da la tierra. Desde problemas de pronunciación hasta el uso adecuado de tiempos verbales, las dificultades son variadas y pueden frustrar a quienes intentan dominar el idioma. Sin embargo, estudiar cursos de inglés en el extranjero se presenta como una solución altamente efectiva para superar estas barreras y mejorar el aprendizaje.
En este artículo exploraremos los retos más comunes que enfrentan los españoles al aprender inglés y por qué la inmersión cultural, como la ofrecida por programas de EF, puede marcar un antes y un después.
Principales dificultades al aprender inglés
1. La pronunciación y los sonidos inexistentes en español
Una de las mayores barreras que enfrentan los españoles es la pronunciación de sonidos que no existen en su idioma nativo además de las vocales que se pronuncian de manera muy diferente a como se escriben. Ejemplos típicos son el sonido /θ/ en palabras como “think” o el sonido /ʃ/ en “she”. Estos fonemas no tienen equivalentes exactos en español, lo que puede llevar a confusiones o malentendidos.
Además, el uso correcto de la entonación y el ritmo del inglés también puede ser problemático. Mientras que el español es un idioma silábico, el inglés utiliza un sistema acentual, lo que significa que algunas palabras reciben mayor énfasis que otras en una oración. Esto puede ser difícil de dominar sin práctica constante.
2. El uso de tiempos verbales complejos
El inglés tiene una amplia variedad de tiempos verbales que no tienen un equivalente directo en español, como el presente perfecto continuo (“I have been working”). Los hablantes de español tienden a simplificar estos tiempos o a confundirlos, ya que en su idioma suelen usar menos formas verbales para expresar situaciones similares.
Por ejemplo, frases como “I have been living here for three years” a menudo se traducen de forma incorrecta, debido a la falta de práctica con estructuras más complejas.
3. El vocabulario y los falsos amigos
Aprender vocabulario en inglés también tiene sus desafíos, especialmente cuando entran en juego los “falsos amigos”, palabras que se parecen a términos en español pero tienen significados distintos. Un ejemplo común es “actual”, que en inglés significa “real” o “verdadero”, y no “actual” como en español.
Además, el inglés cuenta con una enorme cantidad de sinónimos y palabras específicas para describir conceptos, lo que puede ser abrumador para un estudiante principiante.
¿Por qué estudiar inglés en el extranjero es tan eficaz?
La solución a muchas de estas dificultades radica en la inmersión total en el idioma. Vivir en un país de habla inglesa no solo te obliga a comunicarte en inglés constantemente, sino que también te expone a situaciones reales donde puedes aplicar lo aprendido de manera inmediata.
1. Inmersión cultural y lingüística
Cuando estudias en el extranjero, estás rodeado de hablantes nativos las 24 horas del día. Esto no solo mejora tu capacidad de comprensión auditiva, sino que también te ayuda a adaptarte rápidamente a los matices del idioma, como la pronunciación y la entonación. Además, interactuar con personas locales te permite aprender expresiones y frases coloquiales que rara vez se enseñan en un aula.
2. Corrección de errores en tiempo real
En un entorno de inmersión, es más probable que recibas correcciones inmediatas y naturales de los hablantes nativos, lo que te permite identificar y solucionar errores rápidamente. Este tipo de retroalimentación es clave para superar problemas como los falsos amigos o los malentendidos gramaticales.
3. Mejora del oído y la fluidez
Estudiar inglés en el extranjero te obliga a acostumbrarte a diferentes acentos y estilos de habla. Esto mejora tu comprensión general del idioma y te prepara para comunicarte en situaciones variadas. Con el tiempo, esta exposición constante también aumenta tu confianza al hablar.
Programas que hacen la diferencia
Elegir un programa de calidad es esencial para maximizar los beneficios de estudiar en el extranjero. Organizaciones como EF ofrecen cursos personalizados que combinan clases interactivas con actividades culturales, permitiéndote aprender mientras exploras nuevos lugares. Este enfoque no solo mejora tus habilidades lingüísticas, sino que también enriquece tu experiencia personal y profesional.
Además, los programas de estudiar cursos de inglés en el extranjero están diseñados para estudiantes de todos los niveles, desde principiantes hasta avanzados, lo que asegura que cada participante reciba la atención adecuada según sus necesidades.