¿Sabes qué es un adjetivo y cómo usarlo? Queremos enseñarte Los 11 tipos de adjetivos: qué son y cómo se usan. Porque son muchos los adjetivos que tenemos en nuestra lengua y estos nos brindan información del sustantivo. Además, es importante saber que los adjetivos tienen género y número, los cuales deben estar en coherencia con el sustantivo, respetando así las reglas de gramática y ayudándonos a expresarnos correctamente y a que nos entiendan. ¿Quieres saber más del fascinante mundo de los adjetivos? Aquí van los 11 tipos que existen, analizados uno por uno.
Antes de empezar a mostrarte los 11 adjetivos, tienes que saber que hay dos clases de adjetivos, estando por un lado los adjetivos calificativos, que son los que principalmente vamos a enseñarte y que, efectivamente son 11; mientras que, por otro lado, están los adjetivos determinativos o determinantes. Ahora sí, lápiz, papel (o teclado) y atentos a la lección. Como hemos dicho, empezamos por los adjetivos calificativos que van a ser los protagonistas de este post.
Adjetivos especificativos o restrictivos
Como todo adjetivo, se usa para expresar una cualidad del sustantiva. Solo que en este caso, los adjetivos especificativos consiguen evidenciar la diferenciación del sustantivo del que está hablando con respecto de otros sustantivos. Lo hace por medio de cualidades que restringuen la búsqueda. Por ejemplo, si decimos “Tráeme un suéter rojo”, ya estamos identificando el suéter que queremos recibir, distanciándolo de otros suéteres que tengamos en nuestro armario, restringuiendo la búsqueda de la persona a la que hemos pedido que nos lo traiga.
Adjetivos no restrictivos
La cualidad que expresa del sustantivo no es exclusiva del mismo. Por ejemplo: “Este dibujo es muy bonito”. En verdad, que el objeto sea bonito no significa que los otros no lo sean también.
Aprende acerca de los sustantivos:
Adjetivos explicativos
Las cualidades que refiere del sustantivo están de más y simplemente redundan en algo que ya sabemos. Por ejemplo: “El frío hielo”. Todo hielo es de por sí frío, de modo que no hemos dicho nada especial. Si ese sustantivo desaparece, no pasa nada, pues seguiremos conociendo al sustantivo.
Adjetivo deíctico o modal
Sirven para que podamos delimitar el contexto en el cual se encuentra el sustantivo para comprender el significado. Por ejemplo: “El actual presidente del Gobierno”, nos indica que se trata de un presidente y no de otro.
Adjetivos graduados de grado positivo
Es una cualidad que delimitan al sustantivo para que sepamos cuál es el de nuestra oración. Pero al mismo tiempo, esta cualidad no implica comparación con respecto de otro sustantivo. Añade información del propio adjetivo.
Adjetivos comparativos (o grado comparativo)
Este adjetivo sí que establece una diferencia del sustantivo del que estamos hablando con respecto de otros conceptos. Establece un rango de grados en una cualidad. Por ejemplo, el cuadro más feo, o la peor playa de España.
Adjetivos elativos (o de grado superlativo)
Este adjetivo no solo expresa una característica o cualidad del sustantivo en cuestión, sino que además expresa la identidad en la cual se da esa cualidad. Por ejemplo: El niño es guapísimo, o la niña es una estudiante malísima. Ambos adjetivos llevan añadido el sufijo “ísimo”.
Adjetivos relacionales
Hacen referencia a un conjunto de extras en cuanto a las cualidades de ese sustantivo. Funciones describiendo propiedades del sustantivo al que hace referencia el adjetivo. Por ejemplo: empresa nacional. Nos hace entender cuál es el alcance de la empresa protagonista de nuestra oración.
Adjetivos sustantivados
Estos adjetivos sustantivados son curiosos porque se usan como si fueran un sustantivo. ¿Y esto por qué? Te estarás preguntando. Pues porque resulta que en estos casos la característica o cualidad del sustantivo es muy distintiva, de modo que identificamos al elemento en cuestión más por el adjetivo o cualidad que por el objeto en sí. Es común que estos adjetivos lleven un artículo que los preceda.
Un ejemplo de esto sería: “¿Conoces a mi vecina del quinto?- ¿Cuál? ¿La rubia?”.
En la oración anterior, como vemos, con el adjetivo rubia definimos el elemento, de modo que tenemos un adjetivo sustantivado, en lugar de decir, por ejemplo, la mujer rubia.
Adjetivos adverbiales
Si en el caso anterior los adjetivos eran usados como sustantivos, ahora nos encontramos con adjetivos que hacen las veces de adverbios. Suelen llevar el sufijo “mente”, aunque no lo lleva siempre. Y a diferencia de los adjetivos sustantivados, no hacen referencia a características del nombre u objeto, sino que se centra más en la manera en que el propio adjetivo tiene su aplicación, o en cómo se produce la acción.
Ejemplos de esta clase de adjetivos los encontramos en frases como las siguientes:
El asesino miró a la víctima fríamente.
El presunto asesino.
¿Conoces los elementos de la comunicación?
Adjetivos intersectivos
Los adjetivos intersectivos van en compañía de un adjetivo sustantivado y, además, funcionan informando no de una cualidad del sustantivo, sino de dos. Ejemplo: Marta es una vecina simpática. Nos está expresando dos cualidades de sustantivo, por un lado que es la vecina y, además, que es simpática.
Adjetivos no intersectivos
Esta clase de adjetivos indican una cualidad pero sin más. Es decir, dicha cualidad no identifica al sustantivo sino que tan solo ofrece un dato sobre él. Por ejemplo, Ana es una profesora magnífica. Como vemos, el hecho de que sea buena profesional o no en este caso no define al sustantivo, sino tan solo lo complementa.
Hasta aquí llega nuestra lista de 11 adjetivos calificativos. Aparte de estos, también están los determinantes que, antiguamente, se conocían como adjetivos determinados. Tienen la misión de indicar el alcance del sustantivo. Son adjetivos determinantes los numerales, que indican cantidad; posesivos que indican la posesión del sustantivo; demostrativos que se refieren a la distancia; interrogativos para preguntas, exclamativos para darle énfasis; artículos, que indican si estamos ante un sustantivo determinado o indeterminado; y finalmente, artículos indefinidos, que indican una cantidad pero con poca precisión como, por ejemplo: poco, mucho, alguno.
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