La historia de la agricultura a lo largo de los años se ha visto marcada por aciertos así como desaciertos. Desde las plantaciones cercanas al Rio Nilo en Egipto hasta las plantaciones de maíz de las cuales dependían los Mayas en gran parte del territorio del continente americano, todos estos han visto que la práctica de ciertas técnicas ayudaban a que las plantaciones tuviesen resultado finalmente.
Lo mismo ocurrió en Europa cuando estaba en auge el problema de que las tierras estaban presentando problemas de fertilidad y por ello las plantaciones de cualquier tipo estaban en peligro. La respuesta a este problema llegaría en el siglo de la Revolución Industrial, exactamente en Norfolk en Reino Unido cuando se comenzaría a aplicarse el sistema de cuatro cultivos que lleva el nombre de esta región. De allí el surgimiento del sistema Norfolk.
Esta revolucionaria técnica de cultivo empieza a aplicarse en el año de 1794, la persona que lo inventa fue Charles Townshend quien anteriormente se dedicaba a la vida política de la cual finalmente se retiraría. Cuando comienza a estar a cargo de sus propiedades ubicadas en Norfolk en el año de 1730 es cuando se da cuenta de que es posible mantener la fertilidad de la tierra si se aplica la el cultivo de diferentes tipos de cultivos por ciclos permitiendo que las propiedades químicas no se viesen afectadas.
Sistema Norfolk definición
El sistema de Norfolk es un tipo de técnica aplicado a la agricultura que ayuda a que sea posible mantener en buenas condiciones la tierra para que sea fértil. Básicamente, se trata de rotar o de sustituir los cultivos hasta en cuatro ocasiones, es importante que sean diferentes entre ellos.
Normalmente, los cultivos pueden llegar a tener una duración promedio de hasta un mes para que termine de desarrollarse y finalmente estar listo para la cosecha. Durante este periodo, la tierra cambia en su composición en cuanto a sus nutrientes y la cantidad de agua. Estas características son importantes porque de ellas dependen los cultivos para alimentarse y completar su proceso de desarrollo.
Con el fin de no agotar la tierra a menudo, los agricultores a lo largo del año van cambiando el tipo de cultivo; o en cambio deciden dejar por un tiempo sin utilizar, para que la tierra pueda reabsorber nutrientes, llamándose a este proceso barbecho.
Por ello el sistema Norfolk representa una ayuda muy importante para los agricultores económicamente. El uso racional de la tierra garantiza diversificación; y además que constantemente se está produciendo. El trabajo agrícola se distribuye de manera más equitativa; debido a que hay variedad y mayor cantidad de cosecha en diferentes momentos en todo el año.
Los cultivos por rotación requieren el empleo de técnicas; y en algunos casos de tecnología especial que ayude a facilitar el proceso. Además, deben de existir condiciones favorables para algunos cultivos como algodón, verduras, arroz e incluso tabaco tomando en cuenta que los cultivos de granos también tienen sus propios requerimientos.
Que es el sistema Norfolk
El sistema Norfolk es una técnica aplicada a la agricultura que implica la alternancia de diferentes tipos de cultivos en una misma área de tierra de forma regular. Este sistema se sustenta en base científica; dado a que ayuda a restaurar y mantener la fertilidad de la tierra importante para que los cultivos finalicen su desarrollo.
Este proceso implica la realización de varios procedimientos como labrar; y también aplicar sobre el terreno tanto de fertilizantes como pesticidas cuando sea necesario. También, se incluye la instalación de un sistema de riego y drenaje que sea eficiente. Usualmente se utilizan productos químicos que en algunos casos sus aplicaciones aun están sujetos a estudio.
Los periodos de rotación, o los llamados barbechos, tienen un periodo de duración variable según sea el caso. Inclusive, el orden en el cual se plantan los cultivos tiene órdenes arbitrarios según lo determine el agricultor o las personas encargadas de las áreas de plantaciones en grandes fincas. Las rotaciones integradas de manera óptima, siguiendo un plan ya determinado, son ya parte de la mayoría de las zonas de cultivo a nivel mundial.
El principal aporte que da este sistema es que se garantiza obtener todos los nutrientes tanto en las plantas como en la tierra debido a que las propiedades químicas se mantienen.
Se deben realizar estudios con la ayuda de instrumentos especializados que permiten saber cuáles son las propiedades que posee el terreno, ya que de esta manera se puede saber cuál es el tipo de planta que más conviene cultivar dado a que algunas requieren de más nutrientes que otras. También; hay que considerar que la capacidad para absorber agua así como también nutrientes provenientes de las capas más profundas del suelo es solo posible para algunas especies y por ello hay que asegurar que las condiciones estén dadas para ello.
Por ejemplo, es común que en las rotaciones de cuatro tipos de cultivos se incluyan a las legumbres. Esto se debe a que estas poseen buenas propiedades atmosféricas, fijadoras de nitrógeno lo cual ayuda a enriquecer el suelo.
Se puede afirmar que algunas especies ayudan a que otras prosperen, por el tipo de desarrollo con el que crecen; así como por el tipo de desechos que dejan en la tierra la cual puede ser aprovechada durante la siguiente cosecha con otra variedad.
Mantener el buen equilibrio de nutrientes puede ser logrado con la ayuda de fertilizantes tanto naturales como de preparación química; los cuales son enriquecidos con sustentos de varios tipos. Es importante recordar que para estos casos, la alternancia de diferentes plantas asegura la completa utilización de los fertilizantes. Como ya se mencionó anteriormente, las legumbres se utilizan comúnmente también porque permiten que el consumo de fertilizantes se reduzca considerablemente.
El sistema Norfolk funciona dado a que la materia vegetal que queda en la tierra después de una cosecha puede ser aprovechada de diversas maneras. Las cantidades de esta materia son variables, pero igualmente es muy beneficioso para la siguiente temporada de cultivo. La gran variedad de plantas posee la capacidad de proporcionar efectos químicos distintos sobre las propiedades de la tierra. Esto se puede apreciar en la resistencia al agua, estructura física del suelo y también en la erosión.
Es primordial escoger los cultivos correctamente tomando en cuenta los efectos que pueden causar en cuantos a los elementos orgánicos y minerales que ocasionan. Por ejemplo, la combinación adecuada de una variedad de planta con el fertilizante indicado ayudará a controlar la formación y descomposición orgánica, por consecuencia es un proceso auto sostenible que ayuda a mantener el equilibrio de las propiedades del suelo. Por ejemplo, es posible sembrar pastos junto a cultivos de granos ya que la alternancia de las filas en el mismo terreno ayuda a controlar la erosión.
Sistema de cultivo de Norfolk
El éxito de este tipo de técnica se extendió más allá de Reino Unido, se empieza a aplicar en toda Europa y después a los demás continentes en poco tiempo; marcando un antes y un después en la historia de la agricultura.
La primera vez que aplicó esta invención se procedió a dividir sus tierras en cuatro sectores diferentes, con la finalidad de ubicar en cada uno de ellos un tipo de cultivo deferente. En el primero se plantó trigo, en el segundo tréboles y otras hierbas que son comestibles para el ganado. En el tercero se plantó avena y cebada, y finalmente en el cuarto plato nabos. Una vez cosechados, se procedió a rotar estas plantaciones por sectores. Posteriormente, también se plantarían tulipanes con el fin de poder alimentar al ganado cuando llegase la temporada de invierno.
Por medio de este sistema, Townshend se dio cuenta de que podría obtener un mayor rendimiento económico de la tierra; así como también aumentó la cantidad de alimento producido.
Anteriormente, cuando recientemente había decidido trasladarse a sus tierras ubicadas en Norfolk, se había dado cuenta de que los nutrientes de la tierra disminuían hasta el punto de que era muy difícil lograr volver a plantar de nuevo. Al comenzar a aplicar este sistema, se empieza a notar la recuperación del nivel de nutrientes alternando el tipo de cultivo al que estaba dedicado. Hasta ese momento, usualmente se aplicaba un sistema donde se alternaban tres tipos de cultivos diferentes en cada ciclo de tres años.
Es importante no dejar de cultivar en la tierra para que constantemente se estén renovando y manteniendo la misma cantidad de nutrientes. En este caso, Townshend decidió plantar nabos y tréboles tomando en cuenta que también tenía que alimentar al ganado. Pero también éstos ayudan a que en el suelo se mantenga la cantidad de nitrógeno requerido para las raíces que además lo almacenan. Cuando en la temporada de cosecha se arrancan las plantas, las raíces y en nitrógeno quedan en el suelo enriqueciéndolo.
Este nuevo sistema tuvo un efecto acumulativo, ya que los cultivos de forraje consumidos por el ganado produjeron grandes cantidades de estiércol animal, lo que a su vez era más rico porque los animales estaban mejor alimentados. Cuando las ovejas pastaban en los campos, sus residuos fertilizaban el suelo, promoviendo rendimientos de cereales en mayor cantidad en los años siguientes.